La creación de los demonios

Muchos de los prisioneros fueron convertidos en demonios, criaturas deformadas y sin mente que destruían todo a su paso, reforzando así el ejército de Morgoth y advirtiendo la aberración a las leyes naturales de la naturaleza que eran estas criaturas las razas redoblaron sus esfuerzos para oponerse a dichas criaturas. Los demonios empezaron a ser más efectivos que las dos primeras razas que Morgoth había creado por lo que empezó a transformar a sus propios súbditos en contra de su voluntad, Ardael líder de los Umbras y Gro’ kan el líder orco se entrevistaron para discutir acerca de la voluntad de Morgoth, ambos acordaron que no era lo que ellos querían para sus razas, pero igualmente hubo disidentes que estaban de acuerdo con su creador y se unieron a él, en el campo de batalla las demás razas empezaron a ver con incredulidad como umbras y orcos se enfrentaban a los demonios y a sus congéneres que seguían bajo el mando de Morgoth. Morgoth reforzó a sus demonios dándoles de beber su sangre lo que los convirtió en engendros de tamaño colosal y enorme fuerza.