La llegada de Morgoth

No se sabe exactamente cuando se produjo la llegada de tan terrible entidad a estas tierras, ni la razón que le pudo llevar a querer tomarlas como su reino. Si se sabe en cambio que ocurrió hace muchísimo tiempo, quizá en una época incluso anterior a la construcción de las primeras ciudades.

Antes de la llegada de este ser, las primeras hechiceras y videntes comenzaron a ver en sus augurios que se acercaba un terrible mal…. El peor inimaginable. Algunos hechiceros y magos propagaron la noticia entre los pueblos, fueron muchos los que buscaron refugio y huyeron de sus hogares, junto con la mayoría de hechiceros blancos. No ocurrió con aquellos que creían que eran cuentos para niños y los hechiceros oscuros quienes esperaron con ansia el cumplimiento de las profecías.

Poco a poco fueron apreciándose indicios de su llegada. En oscuridad de la noche se oían terribles gritos y chillidos, y se daban cada vez más casos de desapariciones: había llegado la avanzadilla de Morgoth, los bestiales Orcos, creados por el dios oscuro para someter con su salvaje temperamento a todas las razas, imbuidos por una sed de sangre y destrucción empezaron a destruir Azaran. También se oían gruñidos y aullidos de los Lycans, movilizaciones grandes de elfos en los bosques, estos sonidos se debían a un hecho muy diferente e importante.

Las fuerzas de la naturaleza habían presentido el terrible mal que se avecinaba, y los lycans y los elfos, como guardianes de la naturaleza de nuestro mundo, se opusieron a él. De igual forma los icarus y enanos se pusieron en marcha para ayudar a sus hermanos en batalla pero fueron diezmados por otra plaga, los umbras con la capacidad de vuelo de los icarus y con su manto de sombras para infiltrarse en las fortalezas enanas hicieron que sus refuerzos fueran pocos.